BASILISCO:
Utilizamos esta expresión en la frase PONERSE HECHO UN BASILISCO, que significa "enfadarse mucho, comportarse con violencia, estar muy airado". El basilisco era una especie de serpiente o lagarto. Según los romanos, su aliento quemaba las plantas, su piel abrasaba las piedras y su veneno era poderosísimo y mortal. Pensaban que nacía de los huevos puestos por un gallo (¡los gallos no ponen huevos!) y a veces se pinta como un animal horroroso, mitad águila mitad dragón.
DOMINGO:
Los días de la semana tienen nombre de dioses romanos. El lunes es el día de la Luna; el martes es el día del dios Marte, el dios de la guerra y la discordia (por eso dice el refrán, los martes ni te cases ni te embarques); los miércoles era el día que los romanos dedicaban al dios Mercurio; los jueves se celebraba la festividad del dios Jove o Júpiter; el viernes era el día de la diosa Venus y los sábados era el día de Saturno. El domingo es el día de fiesta; los cristianos llamaban a este día "el día del señor". Señor se decía el latín 'dominicus', y de esta palabra nació la voz castellana domingo.
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